Descripción
Taller compostelano de influencia mateana. Ca. 1225. Granito con restos de policromía
El culto al “otro Santiago” de la catedral tuvo importancia desde época Gelmiriana, en que Urraca regaló al arzobispo la reliquia de su cabeza, que pasó a conservarse en un arca de oro. En el siglo XIV, Berenguel de Landoria encargó un nuevo relicario que pasó a ser una de las piezas más destacadas del Tesoro catedralicio. En relación con este culto a Santiago el Menor, está esta pieza que, durante siglos estuvo colocada en la Cripta del Pórtico de la Gloria, hasta que en fecha reciente pasó al Museo tras restaurarse. Se trata de una estilizada escultura policromada, de evidente influencia mateana y que recuerda en su concepción, a las estatuas – columna del Pórtico, si bien, con una clara evolución al estilo gótico y diferente calidad escultórica. De marcada frontalidad, sujeta, con sus manos, una estrecha cartela que cruza su pecho, en la que se lee la inscripción “S. IACOBUS MINOR”