Descripción
Aunque hay constancia del deseo del rey Alfonso VII por enterrarse en la catedral de Santiago junto a su padre, Raimundo de Borgoña, finalmente, a su muerte en 1157, fue enterrado en la catedral de Toledo. En cambio, su esposa Berenguela de Barcelona, fallecida en 1149, sí sería sepultada en Compostela siguiendo, en sus exequias, el ceremonial dispuesto por su esposo años antes.
Frente a lo que sucede con otros sepulcros del Panteón Real compostelano, en este caso no hay dudas acerca de la identidad del personaje representado. No obstante, este no sería el sepulcro primigenio, pues detalles estilísticos y de la propia vestimenta de la imagen yacente, llevan esta pieza hacia el año 1230, fecha de la muerte del rey Alfonso IX y de la constitución oficial del Panteón Real, momento en el que, con toda probabilidad, se realizaron obras de adecuación en la Capilla. Junto a otras actuaciones del mismo momento, este nuevo sepulcro que es una destacada muestra de la escultura funeraria del primer tercio del siglo XIII.