Descripción
Roma, Ca. 1685. Plata sobredorada
Uno de los vasos sagrados más destacados del Tesoro catedralicio es el llamado Cáliz del Arzobispo Monroy, cuyas armas aparecen en una lámina de plata añadida con posterioridad a la realización de esta pieza, de probable factura en alguno de los talleres activos en Roma para atender a las demandas de la jerarquía eclesiástica de la época. Por ello, es posible que esta pieza fuera adquirida en Roma por el propio prelado o que, incluso, se trate de un regalo personal recibido en la misma ciudad con ocasión de su investidura como Arzobispo de Santiago, que tuvo lugar en 1685.
El cáliz responde al gusto barroco de la época, con profusa decoración vegetal y figurada, de tipo alegórico, a juego con el estilo que se impondrá en las importantes actuaciones que se llevarán a cabo, en la catedral compostelana, durante el episcopado de este fraile dominico de origen mexicano, uno de los más destacados mecenas artísticos en la historia de la catedral.