Descripción

Situado frente a Cristo camino del Calvario, ocupa el lateral izquierdo de la hornacina que contiene la imagen de Santiago Peregrino realizada por José Gambino en 1754 para la Sala Capitular.

Se representa el episodio de la Conversión de Saulo, en el momento en que cae del caballo en el camino de Damasco ante la aparición del Mesías. Su autor emplea una composición dinámica, dominada por los escorzos de las figuras que se apartan hacia los márgenes ante el milagro, dejando en el centro del cuadro a san Pablo, ya en el suelo, y a sus acompañantes. Se establece de este modo un eje central que se extiende desde Saulo hasta el Redentor, que aparece sobre ellos envuelto en una luz dorada entre el cielo nublado, mientras porta la cruz en su mano derecha. Por esto, suele ser interpretada también como la Batalla en el Puente Milvio, donde a Constantino se le aparece idéntico símbolo para anunciarle la victoria. Por fin, en la escena se genera una convincente sensación de tridimensionalidad gracias a la luz y la disposición de las figuras.

Además de las características que han llevado a Monterroso a señalar su filiación con el taller de Frans Francken el Joven, en el caso de esta pieza pueden encontrarse influencias de diseños de Rubens como el conservado en el Metropolitan Museum of Art de Bolswert; y, también, con un cobre de la misma atribución, propiedad del anticuario vasco Francisco Javier Jiménez.