

Este ámbito está constituido por distintos objetos simbólicos y decorativos, elaborados en plata, vidrio y bronce, que pertenecen a las culturas primitivas y castreñas.
Collar fenicio-púnico
La invención del vidrio opaco se atribuye a los egipcios; es conocida la fayenza, pasta vítrea opaca de color, generalmente, azulado o grisáceo. Pero serán los fenicios los que descubrirán y crearán vidrio translúcido de diversos colores y también vidrio incoloro. Las finas arenas del río Belo, así como diversas pruebas y ensayos, propiciaron el hallazgo que haría posible estas obras vítreas.
Los fenicios creían en la existencia y el poder de los espíritus, de hecho, los consideraban capaces de ocasionar un mal o un daño físico, de ahí que se protegiesen, tanto en la vida como en la muerte, portando estos talismanes o amuletos con formas humanas.
El collar expuesto es un ejemplar único en el mundo fenicio, por varios motivos que lo hacen especial y singular. Los análisis realizados muestran que el collar es un conjunto unitario, fabricado en su integridad en un mismo momento y con las mismas pastas vítreas, no existe ningún otro caso de un conjunto similar de cabecitas de vidrio y cuentas azuladas.
Presenta otras singularidades, entre ellas, que se trata de la única tipología conocida de estas representaciones y técnica fabril; no se ha hallado referente alguno en las catalogaciones realizadas por Monique Seefried o Theo Haevenick, autoridades incuestionables en cabecitas de vidrio fenicio-púnicas.
Es también excepcional el número de hasta 6 y 7 pastas vítreas diferentes en su elaboración.
De entre las tres cabecitas, destaca la coronada por rayos solares. Por la datación del collar, siglos VIII-VI a. C., estamos ante la primera representación conocida de una divinidad coronada con dicho motivo. La complejidad técnica de su elaboración muestra una habilidad excepcional en su ejecución, pues, entre otras cosas, implica la utilización de 7 crisoles calientes para la manufactura de las cabecitas; así pues, a la excepcionalidad tipológica hay que sumar la pericia técnica en una manualidad artística naciente: el origen del trabajo artístico en vidrio transparente multicolor.
Se trata de un ejemplar único, de referencia incuestionable en el mundo fenicio-púnico.
El toro, animal sagrado
El toro como símbolo sagrado se remonta a las épocas más tempranas de la civilización. Existe como tal en Mesopotamia, así como en las culturas minoica, fenicia, tartésica, egipcia, etc. Por tanto, su representación era común como elemento decorativo en objeto de uso y de actividades de culto en torno a él. El aquí presentado pudo formar parte tanto de un lampadario como de la decoración de una jarra ritual. Pertenece al periodo orientalizante y está datado alrededor de los siglos VIII a VII a. C.