

Las obras artesanía e imaginería, que de forma ininterrumpida habían sido la forma de expresión artística durante siglos, sufren un severo revés a finales del siglo XIX y principios del XX con la aparición de las tallas y elementos decorativos de escayola. El moldeado en dicho material permite producir de forma rápida y de manera seriada todo tipo de figuras y elementos decorativos
mediante moldes. Las obras en las que antes se empleaban semanas o meses ―en tallar o esculpir― ahora se realizaban en horas.
Durante la primera mitad del siglo XX, un grupo de artistas compostelanos, opuestos a esta corriente, muy productiva económicamente pero poco artística, decidieron continuar con la tradición de elaboración manual y materiales nobles. Fruto de ese esfuerzo contracorriente son estas obras de extraordinaria sensibilidad y pericia técnica que presentamos en este apartado. Estas piezas incluyen las más variadas técnicas y materiales: estofado, dorado, policromado, tallado en pizarra, marfil, boj, etc.
Algunos de sus nombres los dejamos inscritos en este breve resumen: Marcelino Pena, Ricardo Posse, Manuel Miranda, Cástor Lata, Ángel Liste, Jesús Picón, etc., y todos aquellos que, agrupados en “La Compostelana”, propiciada entre otros por Roberto González Blanco, formaron parte de esta producción artística