Descripción

El período gelmiriano, que comprende los cuarenta años de episcopado de Diego Gelmírez, tuvo una importancia clave en la consolidación de la sede compostelana, que acabó por convertirse, en 1120, en metropolitana. Así mismo, se vivió una etapa fundamental en el avance de la construcción de la catedral románica, con un nuevo programa constructivo e iconográfico y un nuevo equipo de maestros, de posible procedencia foránea e indudable influencia francesa.
Uno de los aspectos más importantes de esta nueva época fue la construcción de grandes portales con decoración escultórica en las fachadas del crucero. De ellas, nos ha llegado la muy modificada, en diferentes momentos, -con posible cambio de programa original incluido-, fachada de Platerías y, en las piezas procedentes de ella que aquí se recolocaron, así como en otros relieves y esculturas conservados en el Museo Catedral, la fachada del Paraíso, también llamada Porta Francígena por ser esta la de entrada de los peregrinos en la catedral. Esta fachada fue sustituida, en los años centrales del siglo XVIII, por la actual de la Azabachería.
A partir del estudio de los restos que se han conservado, así como, entre otras, de la detallada descripción que de ella aparece en el Liber Sancti Iacobi, escrito en época del arzobispo Gelmírez, fue posible realizar, bajo la dirección de M. Castiñeiras y V. Nodar, esta reconstrucción hipotética virtual de la fachada, así como del Paradisus que, emulando el ejemplo romano, se abría ante ella, presidido por una gran fuente, en el que se celebraban distintas ceremonias y en el que había distintos puestos de venta a los peregrinos.

Vídeo
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad