Fue una mujer muy rica y distinguida, procedente de una familia gallega destacada y con una especial relación con la catedral compostelana.
Conocida coloquialmente como Xoana “a desamada”, ya que su matrimonio con Pedro I dura tan sólo una noche aunque, con todo, fue reina hasta el fin de sus días.
Se desconoce el momento en que el enterramiento de Xoana de Castro acabó incorporado al Panteón Real, si fue desde un principio o, después, en el momento de su traslado a su actual localización. Originalmente, la tumba no fue pensada para estar arrimada al muro, pues está esculpida por sus cuatro caras con numerosos escudos heráldicos y un programa iconográfico centrado en la vida de Cristo.
Descrición
Con Alfonso IX se conformó oficialmente el Panteón Real de Compostela pero, también, se dio por cerrada la dinastía Borgoña y con ella el reinado independiente de Galicia y de León, que pasaron a unificarse con el de Castilla en la persona de Fernando III el Santo. Tiempo después, en 1374, tuvo lugar el fallecimiento, de Juana de Castro, Reina consorte de Castilla y de León por su fallido matrimonio, en 1354, con Pedro I, con quien no llegaría a convivir. A pesar de ello, hasta su muerte ostentó el título de Reina y, como tal, fue enterrada en la catedral de Santiago.
Su sepulcro, atribuido a un taller compostelano activo en la época, fue concebido como exento y no adosado, como eran el resto de piezas que integraban la Capilla Real, lo que ha generado ciertas dudas acerca de su ubicación original en la misma. En el traslado del Panteón a su actual ubicación, en el año 1535, la pieza quedó, como las demás, embutida en una de las hornacinas, ocultando parte de su decoración.
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