La fachada de Platerías es la única de las portadas medievales de la catedral que ha llegado a nuestros días, si bien con diversas intervenciones y añadidos, procedentes de otros espacios catedralicios, que han modificado su apariencia original. En todo ese puzle, que incluye algunas de las mejores muestras de escultura románica compostelana en sus tímpanos, friso y jambas, suelen pasar inadvertidas sus once columnas, organizadas según la secuencia 3 + 5 + 3, enmarcan la portada bífora y sirven de asiento a los cuerpos superiores.
Las cuatro columnas más interiores son lisas de granito, las cuatro intermedias son del mismo material y tienen decoración vegetal en helicoidal y, por fin, las tres principales, son de mármol y presentan varios tramos que acogen, dentro de arquitecturas, figuras de distintos personajes bíblicos, entre ellos, un apostolado en la columna central.